Dear Jane

¡Hola mis queridas quilters!

¡Creíais que me olvidaba de vosotras, eh! Pues de eso nada y para demostrar que no os he olvidado durante este mes que llevo sin escribir... ¡aquí está la prueba de que sí os leía!

Y vosotras diréis: ¿y qué prueba un bloque, un triste bloque de lo más sencillito? Pues prueba que... he descubierto el blog de Joven Puntera, un blog de lo más interesante y que os recomiendo si no lo conocéis. Pues resulta que esta chica es una valiente y se ha atrevido a dirigir ella solita un sal sobre el Dear Jane. La verdad es que a mí siempre me ha dado miedo este quilt porque tiene piezas pequeñísimas y son muchísimos bloquecitos. Pero también he pensado que es una gran escuela de patchwork, que cada bloque es diferente y no creo que me aburra y que tengo una preciosa caja de galletas vacía muerta de aburrimiento esperando a que le dé el uso que se merece. Así que... Dear Jane, allá vamos!!!!

Bueno chicas, os dejo por hoy, pero volveré muy pronto con más novedades. ¡Felices sueños!

Un regalo diferente

¡Hola chic@s!

Os voy a enseñar lo que le hemos regalado a mi madre este año: un mandil, jejejejeje. Y vosotras diréis: ¿un mandil? ¡Pues vaya gracia! ¡Cómo si una madre tuviese poco que fregar todo el año para que en su día vayan y le regalen un mandil!

Pues sí, tenéis razón. Lo mismo pensaba yo, pero mi madre erre que erre con que quería un mandil de patchwork. Así que, ni cortas ni perezosas, mi hermana y yo nos dispusimos a hacer un mandil especial para madres estupendas (¡no podía ser menos!). Y... aquí está el resultado:

Hemos pensado que uno de los mejores símbolos del amor de madre es la gallina con sus pollitos y como nuestra madre es muy, muy gallina, nos ha parecido que es la mejor forma de decirle que sabemos cuánto nos quiere y que no podíamos tener una madre mejor ni un nido más estupendo. ¡A qué me comprendéis!

¡Feliz día de la madre a todas las mamás y un GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSS enorme a la más especial de todas: nuestra mamá gallina!!!!!!!